lunes, 18 de marzo de 2019

LA VILLA HIDRA DE LERNA - MEMORIA DEL PROYECTO ABANDONADO DE UNA CASA POLICÉFALA



PREÁMBULO

Diez de la noche de un lunes próximo al equinoccio de marzo (de un año cualquiera, en una época folletinesca):

Un pequeño taller en el sótano de una cabaña. Muchos libros, decenas de maquetas de arquitecturas nunca realizadas, montones de dibujos y de esperanzas. Sobre la mesa, el proyecto terminado para la villa Hidra de Lerna.

Llega un mensaje al teléfono

Doña Hidra: Hola, sabe que le hice una oferta a mi arrendatario para comprar la casa en la que vivo y, hoy por la tarde, me aceptó. Todo ha sido repentino. Ya no construiré la villa.
En la casa actual pienso hacer reparaciones, si le interesa darme una mano.

Así después de más de siete meses de trabajo cayeron súbitamente el telón y las esperanzas de construir una imagen terrenal de la perfección.

«Los pueblos no se detienen en sueños poéticos en el crepúsculo de un oasis»

Siete meses antes:

Una oficina. Muchos libros, decenas de maquetas de arquitecturas nunca realizadas, montones de dibujos y de esperanzas. Sentados junto a un gran escritorio, una mujer elegante (con aires de Dominique Françon) y un magnífico arquitecto.

Doña Hidra: Buenos días, la señora S.V. me refirió a su persona. Tengo planes de construir una casa.

El arquitecto: Buenos días.

Doña Hidra: Conocí la casa que usted proyectó para la familia S.V. Me parece que su obra tiene alma. No quiero una casa de diseño "moderno”, de aquellas que salen en las revistas acompañadas de los calificativos, “tendencia, innovación, sofisticación y confort”. No deseo una construcción ejecutada al staccato. Quiero una casa con alma, con carácter, como la que hizo para la familia S.V.

El arquitecto: (en voz baja) Santa aparición benéfica, ¿estaré soñando?

Doña Hidra: Explíqueme por favor, ¿cómo debemos proceder?

El arquitecto: Señora, por ahora me encuentro estudiando a profundidad mi oficio. En el tiempo que me queda no me comprometo a desarrollar más que un proyecto al año.

Dígame, ¿por qué busca usted un arquitecto? Nuestra época actual no desea “arquitectura”. Se conforma con algo que la ha suplantado, algo que ha tomado su nombre y nada más. A lo sumo se busca alguien que legitime cualquier construcción a la que hoy en día, engañosamente, se bautiza con el nombre de la madre de todas las artes. 

Todas las épocas han requerido construcciones y siempre se han hallado las técnicas y los materiales más convenientes según las circunstancias; son los técnicos los que trabajan, y muy buenos técnicos a veces. Pero la aspiración de “arquitectura” ha supuesto obligadamente  un compromiso superior, de parte de todas las personas involucradas, para hacer algo más que un refugio confortable o una buena construcción. ¿Está usted segura de que necesita un arquitecto?

Doña Hidra: ¿Es música aquello que perciben mis oídos?

Esa misma tarde de agosto, Doña Hidra y el arquitecto acordaron desarrollar un proyecto con el anhelo de llegar a construir una obra de arte, una ofrenda desinteresada que las futuras generaciones custodiarían y entregarían a la humanidad como testimonio de la grandeza de nuestro tiempo. Se propusieron proclamar grandiosamente, desde la arquitectura, lo que hubiera en ellos de nobleza artística. Prometieron ofrecer al alma campos de poesía.

Cada semana se reunían y afirmaban su anhelo de erigir una casa que representara sus esperanzas para el mejoramiento de la sociedad, una imagen terrenal de la perfección, un universo en miniatura, una obra con derecho a confrontarse con las mejores de nuestros predecesores.

Tan altas e imposibles eran sus metas. No es que se consideraran especialmente capacitados para hacerlo. No se consideraban mejores o peores que nadie. Desconocían si eran las personas más indicadas para cumplir con tan altas expectativas. Sin embargo se proponían emplear todas las fuerzas disponibles en el intento. Sólo empeñándose en una empresa tan exigente llegarían a algún resultado lo suficientemente apartado de la numerosa mediocridad acostumbrada.

Pero nuestra época, tan paupérrima de ideales, no merece el esfuerzo de artesanos meticulosos. Nuestro afanoso oficio responde al anhelo de otros tiempos, otros espíritus y otros pueblos. Se puede conocer la naturaleza de un pueblo examinando los objetos que crea. La avaricia, la ignorancia, la falta de compromiso y de curiosidad, la pereza, el egoismo, la desidia, el facilismo, la corrupción, la fatuidad y el desencanto; se expresan muy bien a través de los miles de “edifesios” que construyen las legiones de chapuceros actuales. Finalmente, como pueblo, cuando todo haya terminado, nuestro testimonio material serán los millones de toneladas de plástico que estamos dejando en los océanos y, con suerte, apenas dos o tres obras de arquitectura que no desatarían la cólera de nuestros predecesores, los genuinos herederos del oficio de Senenmut.

«Los pueblos no se detienen en sueños poéticos en el crepúsculo de un oasis» ¡Caigan todos los telones y las esperanzas!

LAS TRES RAZONES:

La divina geometría del terreno

Tres razones tenía el proyecto. La más grande, mas cierta y precisa, era la razón del lugar: un polígono que parecía trazado por los hombres cuyas huellas reconoc Aristipo en Rodas.

Razones entre los 5 lados = 1:5:1:3:5
Ángulo entre los linderos Norte y Sur = 30°
La superficie era igual a la suma de 30 triángulos equiláteros de lado = 6.75m 

La segunda razón: Doña Hidra y sus dos hijos. No demasiado exigentes en el plano existencial, pero muy exigentes en el plano estético. "Tres habitaciones grandes", "No medios pisos", "Cocina con salida a un patio", aquellas fueron, prácticamente, las únicas consignas durante el proceso. ¡En aquello parecían descendientes del Conde Paolo Almerico! y se confirmaba además el acierto de optar por una aproximación evidentemente paladiana, que pretendía evocar la atmósfera melancólica de la fachada posterior de la Villa Pisani en Montagnana (1553).

La tercera razón fue la belleza de las posibilidades combinatorias de las 6 diagonales cortas del hexágono (entre las 9 diagonales que posee en total).

Las seis diagonales cortas del hexágono

EL PROYECTO:

El terreno con el trazado de la trama de triángulos equiláteros

Implantación

Planta alta

Planta baja

Cortes

Fachadas


MAQUETAS DE ESTUDIO:

Maqueta del terreno con plataformas hexagonales que se adaptan perfectamente a las curvas de nivel


Primera maqueta de estudio

Primera maqueta de estudio


Asoleamiento del acceso en los equinoccios

Segunda maqueta de estudio
Estudio del encuentro entre el cuerpo ortogonal y el cuerpo hexagonal


Asoleamiento en los equinoccios


Estudio en perspectiva (casi al final del proceso)


«Los pueblos no se detienen en sueños poéticos en el crepúsculo de un oasis»
Cae el telón



OTROS DIBUJOS: 




INFOGRAFÍAS: gracias a Francisco Reyes (Panchito)






NOTA: Este escrito adeuda conceptos y expresiones a Luigi Cosenza en su Farsa ideal de un proyecto ideal (1936), así como a Ch. E. Jeanneret en su Voyage d'Orient (1911).


7 comentarios:

  1. Que lástima... el proceso se ve muy coherente, se nota el buen oficio. Habría sido un aporte importante para el panorama actual de la arquitectura local.

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  2. No se pero me recordó a este poema de Adoum.
    Es una pena que no se haya podido construir. :(

    A quién mierda pueden importarle ahora el amor o la poesía si ya no se usan
    Adiós estatua griega ciencias del hombre proporción dorada
    Good-bye Dios. J.E. Adoum.

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    1. Qué triste cuadro de la destrucción y de la pérdida de la inocencia ¿Perdió la inocencia nuestra civilización? ¿Ha quedado todo sepultado bajo la vergüenza de estar en este mundo? ¿A quién puede importarle el arte después de todo?
      Excelente poema, no lo conocía. Gracias por compartir

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Buen día arquitecto.
    He revisado su proyecto, me parece muy interesante su proceso de trabajo, el resultado es también coherente con todo lo que ha explicado ya en el artículo. Sin embargo, me atrevo a preguntarle lo siguiente.
    ¿Cómo se resuelve en el proyecto el comportamiento ante los sismos? es decir, ¿cómo reacciona el sistema estructural ante cargas laterales? se lo pregunto porque comunmente en la universidad nos dicen que las geometrías deben ser rectangulares, regulares, la mayoría de elementos alineados,etc. Y me encantaría si me pudiese contar la solucíon adoptada en su proyecto.
    Muchas gracias de antemano.
    Saludos desde Loja.

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    1. Hola, mucho gusto. Gracias por preguntar. En realidad todo está perfectamente alineado pero no en una convencional geometría rectangular sino en una geometría triangular-hexagonal. Muros y porticos están unidos en forma de triángulos equiláteros. Fíjate en el gráfico "Las seis diagonales cortas del hexágono". Allí se puede tener una idea de los ejes estructurales. Además, una estructura triangular-hexagonal es, ya desde su forma, más resistente que una estructura rectangular. Cualquier persona sabe que "el triángulo es el único polígono que no se deforma cuando actúa sobre él una fuerza. Al aplicar una fuerza de compresión sobre uno los vértices de un triángulo formado por tres vigas, automáticamente las dos vigas que parten de dicho vértice quedan sometidas a dicha fuerza de compresión, mientras que la tercera quedará sometida a un esfuerzo de tracción. Cualquier otra forma geométrica (rectángulos por ejemplo) que adopten los elementos de una estructura no será rígida o estable hasta que no se triangule de algún modo. Ahí tienes la respuesta. Espero que le expliques a quien sea que te diga lo contrario en la universidad y que me cuentes su respuesta. Saludos cordiales

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