jueves, 25 de marzo de 2010

MARZO

"Busco con verdadero afán esas casas que son "casas de hombres" y no casas de arquitectos. El asunto es grave. Puede decirse que una casa de hombre es amor. Dejadme precisar por esto lo que respecta al cine: Observad un día, no en uno de esos restaurantes de lujo, en los cuales la intervención arbitraria de los camareros y de los "sommeliers" destruye mi poema, observad en una pequeña taberna popular, dos o tres comensales que han acabado de tomar su café y están charlando. La mesa todavía está llena de vasos, botellas, platos, la aceitera, la sal, la pimienta, la servilleta y el servilletero, etc. Ved el orden fatal que pone todos esos objetos en relación los unos con los otros; todos han servido; han sido cogidos con la mano de uno o de otro de los comensales, las distancias que los separan son la medida de la vida. Es una composición matemáticamente arreglada; no hay ningún falso lugar, ningún hiatus, ni un engaño. Si un cineasta, no alucinado por Hollywood se encontrase ahí filmando esta naturaleza muerta en “primer plano”, tendríamos un testimonio de pura armonía. ¿Es posible? Sí, y desgraciados aquellos que buscan falsas armonías, trucadas, comerciales, armonías académicas, de Vignola, de 1925 o de último barco."

LE CORBUSIER: “Prólogo Americano”, Precisiones respecto a un estado actual de la arquitectura y del urbanismo, 10 diciembre 1929 a bordo del "Lutétia", mar adentro de Bahía. Brasil, Oceano Atlántico.

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